Humberto Hauff
Los Sueños se concretaran mañana
ConTexto de Rubén Duk
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Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789877301328
El jinete cantaba mientras volvía a su casa, dejaba tras de sí una tenue estela molódica que se hacía jirones al encontrarse con la brisa seca de la tarde. La planicie sobre la que pasaba, cercana a San cRistóbal, era hermosa porque estaba hecha con pastizales de oro y remolinos de viento del sur previamente entibiado en los arenales de Río Laborde y Bell Ville. El caballo mantenía un galope suave y constante, pero sus cascos pisaban furiososo una rastrillada en desuso y hacía saltar pedacitos de hierba y greda. Galopaba serenos, aunque podían verse la fatiga y la sed brillando en la negrura de sus ojos y en un colgajo de saliva en los belfos. Sus ijadas querían deshacerse en espumas, su cola tenía abrojos santafesinos. El hombre traía la frente amplia de distancias, bronceada por el contacto directo con las temperaturas extremas de la naturaleza y marcada con surcos hechos por el tiempo, y su propia temeridad. Sus ojos, achinados por herencia y por cautela, se protegían solos del sol del atardecer y dealgunos recuerdos que le daban directamente en la cara. Tenía los pómulos morenos de muchos días inclementes sobre la piel y traía sucio de ansiedad ael pañuelo de cuello. Había lidiado muchas veces con la muerte en el frente de batalla, pero había sobrevivido a la guerra y se sentía bien, relajado, contento. Por eso cantaba: Yo traigo en la grupa al diablo pero no soy ningún maula, ni me asusta andar de noche si por ahí anda la Paula.
